jueves, 11 de marzo de 2010

EL VOTO TRAMPOSO


“EL VOTO TRAMPOSO”

Para hablar de las irregularidades que se presentan en la presente contienda electoral, me permito transcribir apartes de una columna de la revista SEMANA, de uno de los mejores columnista del país. Antonio caballero quien manifiesta lo siguiente.

“Según el perturbador informe 'Dinerocracia' que publicó esta revista, cualquier campaña electoral de las miles que están en marcha en estos días cuesta cinco mil millones de pesos (para el Senado) y dos mil (para la Cámara). Pero los topes legales del gasto no llegan sino a la décima parte de esa suma descomunal. Lo demás es fraude. Y hay que tener en cuenta que gasta tanto dinero el candidato ganador como los perdedores; y los aspirantes son millares, en tanto que los elegidos no llegarán a trescientos. Digamos que el gasto global, ilegal en un 90 por ciento, equivale a lo que podría producir una reforma tributaria.

Sus contribuciones políticas son inversiones económicas a las cuales esperan sacarles rentabilidad. Así el parlamentario elegido, que ha comprado su curul al más alto precio, tiene que ponerla a producir. Tiene que alquilarla, por decirlo así. Tanto a los grupos de intereses que se la han financiado en primer lugar (ricos 'malos' o ricos 'buenos', grupos económicos o carteles mafiosos), a los cuales les devuelve la inversión bajo la forma de leyes beneficiosas para sus intereses y ayuda a sus grupos de presión; como al ejecutivo, cediéndole su voto favorable a sus proyectos a cambio de puestos y contratos. Y una curul parlamentaria (y hasta una de concejal) rinde muy cuantiosos beneficios. Deben de ser muy contados los políticos profesionales de Colombia que no se han hecho ricos.
Sin embargo hay que seguir votando por lo poco que aún queda de limpio en ese Parlamento venal y nauseabundo, para que ese poco pueda servir de levadura a una regeneración moral de la clase política. Hay verdes buenos. Hay liberales buenos, cristianos buenos.

En nuestro departamento de Arauca las cosas pueden ser muy parecidas, encuentra uno candidaturas que ya muestran su poderío económico, regalan mercados, pagan facturas de servicios públicos, distribuyen dinero, en la búsqueda de obtener el respaldo que no se han ganado, Estos señores como nunca han sembrado es lógico que no cosechen.

Practican delitos contra el sufragio, como el carrusel, el cambiazo, la compra de votos, aparecen votando los muertos y últimamente ponen de moda una nueva modalidad que es el voto prepago, este ultimo consiste en dar un anticipo antes de las elecciones y una cuota final después de las mismas, mi pregunta sería que aseguradora se atrevería expedir una póliza de seguros para que estos tramposos cumplan con el ultimo pago?

Me parece que esta ultima modalidad nace de un político del Departamento del Meta que alguna vez se le ocurrió proponerle a los metenses cambiar el voto por un par de zapatos, pero para asegurar que le cumplieran entregaba el zapato izquierdo el día antes de las elección y entregaba el zapato derecho un día después de las mismas.

Lo ideal sería educar a la gente para que no reciba, pero es muy difícil, en un pueblo con un altísimo índice de desempleo, con mucha pobreza, y necesidad, yo diría que habría que recibirlo, pero cuando este en el cubículo acuérdese de Dios y de sus hijos, cual será el futuro de su familia con esta clase de dirigentes.

Al fin de cuentas estos dineros o mercados no son del bolsillo de los políticos, estos salen de los dineros de nosotros mismos, de la salud, de la educación, de los contratos de las obras públicas, de los convenios interadministrativos, de la putrefacción que es hoy por hoy la contratación de los recursos públicos.

Si usted no vota por el político que le dio el mercado o la plata, no se sienta ladrón, si le das una lección tiene 100 años de perdón. Votemos como Dios manda por los mejores y más honestos.

Cayo Mario Sepúlveda Escobar cayin60@hotmail.com

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