martes, 30 de marzo de 2010

"LA MUJER DE ANANÍAS

“LA MUJER DE ANANÍAS”

Dolores la mujer de Ananías recibió el sábado por la tarde cien mil ($100.000), por la venta de su voto y el de su marido… El domingo muy temprano fueron a votar….El lunes al saber que el de los cien mil ($100.000) era ya congresistas muy orgullosos salieron a celebrar:

Desayunaron un caldo y se tomaron unos tragos… El día martes con cincuenta mil ($50.000) aun en el bolsillo, nuevamente celebraron, ya que habían hecho el escrutinio donde ratificaron como congresista al quien le habían vendido el voto, gritaron dichosos de alegría y remataron la celebración con los tragos que alcanzaron a pagar con los cincuenta mil pesos que a un les quedaba….

El miércoles Ananìas enfermó, la mujer ya sin un peso en el bolsillo lo llevó al “hospital”, fue atendido por urgencias y remitido inmediatamente a otro Municipio , ya que el hospital de su pueblo no tenia médicos por falta de pago de salarios, además que el hospital, no contaba con nada de lo necesario para una atención eficiente…En el otro hospital casi en el mismo abandono, Ananias murió un día después …

Dolores para darle sepultura al cadáver de su marido, le toco pedir limosna, después de buscar afanosamente a quienes le habían dado los cien mil pesos($100.000), ya no los encontró….No le abrieron, ya que el nuevo congresista por seguridad autorizó a sus escoltas no abrirle la puerta a gente desconocida..… Si esto que le sucedió a Ananias le llega a suceder a usted confórmese que esta situación la ha vivido mucha gente, si no quiere reaccionar consuélese que mal de muchos es consuelo de tontos..…
Autor: ANONIMO

viernes, 26 de marzo de 2010

LA GENERACIÓN DE LA KOL-KANA

LA GENERACIÓN KOL-KANA
Estar fuera del país por mucho tiempo tiene sus consecuencias. Hace unos días, derretido por el calor, pase por una tienda y pedí “una maltina”. Al ver que la tendera me miró como a un extraterrestre, decidí cambiar mi pedido por una Lux Cola; al final estaba dispuesto a transarme por una Kol-Kana. Ni lo uno ni lo otro, “esas bebidas ya no existen”, me dijo la tendera, “usted debe ser de la generación de la Uva Canada Dry”. Un poco avergonzado y ya con un ligero dolor de cabeza producido por el sofocante bochorno, brinqué a la botica o farmacia contigua en busca de una Cafiaspirina. Como no obtuve respuesta, pregunté si de pronto tenían Anacín, Calmadoral o Procasenol.
Me di cuenta que Colombia cambió, y con ella el remedio. Recordé una mañana en que no pude ir a la escuela aquejado por bronquitis, que fue conjurada con jarabe San Ambrosio y cucharadas de aceite de tiburón en ayunas. Todos los males del cuerpo desaparecían con las ventosas de vaso de vidrio y vela, una purga de Limolac, de Vermífugo Nacional, y la vida se volvía más ligera y saludable con aceite de castor o de ricino. Mi padre estaba convencido que podíamos tener los músculos de Charles Atlas si tomábamos Emulsión de Scott. Ocho hermanos, en fila, nos sometíamos a la tortura diaria de paladear aceite de hígado de bacalao, el del hombre del bacalao a cuestas, previa apretada de nariz que atenuaba el lamparazo del pescador escocés.
Me pregunté, entonces, qué fue del Veramon, el Sulfatiasol, el Baltisicol compuesto, de la Pomada Merey, del Mentolín, del Yodosalil y Parche león, el Ungüento Indio, el Cheracol, el Penetro, el Quinopodio, Nixoderm y el Dencorub, la sal de Exxon, el Jabón de Tierra o de Romero y Quina y la Chancarina, la Leona pura.
Hubo un tiempo en que Farina fue el alimento de los niños de Colombia. “Si su niño no camina, caminará con Farina”, decía el lema y todo el mundo lo creyó, como creyeron que la ‘Colombiarina’ y su sucesora, la Bienestarina, eran suficientes para levantar sana y fuerte a la muchachada que llegó después del Frente Nacional.
Si en los tiempos de John Kennedy no hubiera corrido la bola, diciendo que la leche de la ‘Alianza para el progreso’ esterilizaba, hoy más nacionales tendrían la enzima que le faltó al gen colombiano para evitar la violencia. Algunos bebimos de esa leche por cantidades, pues la recibíamos con bocadillo de guayaba y mogolla como refrigerio en los colegios públicos. hoy tenemos hijos y hasta somos Abuelos, alcanzamos a conocer también la leche Icodel, Cremex y la San Fernando todas en botella de cristal y con tapita de cartón, y otros quizá la tomaron directamente de su productor original sin pasteurizar, mientras el mundo despedía a Pipelón, el jarabe del niño flaco y barrigón.
Para los nacidos en la generación de Glostora, surge la pregunta acerca del paradero del fijador Lechuga, el Tricofero de Barry, el Baygon y el Agua Florida de Murray & Lanman, antiguallas que sobreviven en el Almanaque Bristol, junto al Mareol, el Old Spice de Shulton, el Pino Silvestre, el Agua Brava, Agua de Colonia el Cisne, o Pachulí Rosas Rojas y el Vetiver, o el Cariaquito Morado
Afortunadamente se acabaron Kan-Kill, Black Flag, el específico, el Espiritismo, las Enaguas, el Colirio Eye-mo, las lavativas y, las babuchas Croydon doble piso, el suspensorio, los calzoncillos Don Juan Punto Verde y el calzón ‘matapasiones’ tipo ‘Imperio’. También se fueron las medias ‘Maraton’, la ropa El Roble, las botas Cauchosol, los zapatos Grulla, las peinetas Vandux y el Mejoral. Me dicen que en las filas del Polo Democrático sobrevive la Yodora.

Mientras seguimos sin saber quién inventó la mogolla negra, el embuelto con uva pasa, la almojábana, la garulla o el hueco del pandebono, vemos cómo a la galleta costeña se le llama hoy ‘oblea’ y de las calles desapareció el ‘pan de huevo’, y la ñapa, pero sobreviven las cucas de las monjas de San Antonio, el queso de cabeza, las génovas, el salchichón de tienda y las cocadas y otros muchos que por razones especificas no he podido recordar.
Debo decir que para traer a mi memoria estos íconos colombianos, debí tomar, durante quince días, Vitacerebrina Finlay y vino Sansón.

viernes, 12 de marzo de 2010

RADIOGRAFIA DE LA SALUD EN ARAUCA

jueves, 11 de marzo de 2010

EL NUEVO SANTOFIMIO


Esa deslumbrante inteligencia y su habilidad oratoria convirtieron al joven Santofimio en una gran promesa para el futuro de Colombia. Muy pronto se convirtió en Ministro de Justicia y Presidente de la Cámara de Representantes. Su talento político resultaba evidente, pero también su anhelo por conseguir poder rápidamente. Los escándalos empezaron a rondarlo y las explicaciones a quedarse cortas, mientras que -durante las investigaciones- desaparecían misteriosamente pruebas contra él.

Tenía 35 años cuando fue apresado por primera vez, como resultado de una operación con dineros públicos en la que usó el nombre de su esposa de entonces. Los microfilmes de un banco que probaban el ilícito se esfumaron. Santofimio salió de la cárcel con un fallo de preclusión y, quien lo creyera, fortalecido políticamente.

Se convirtió en uno de los grandes electores de Colombia y – a pesar de su pasado, o tal vez gracias a el- fue dos veces candidato a la Presidencia y otras dos reo. Condenado en el proceso 8.000, hoy –a sus 68 años- espera que la Corte Suprema defina en casación, si tuvo o no responsabilidad en el asesinato de Luis Carlos Galán.

Evoco la historia de este antimodelo porque -por faltas muy diferentes a las de Santofimio- Andrés Felipe Arias empieza a transitar el mismo camino.

Negación de evidencias, intentos de borrar el rastro y otras actitudes semejantes, han caracterizado su reacción a las denuncias por la financiación de su campaña.

La Corporación Colombia Cambió, cuya relación con su campaña política ha negado Arias, recogió en escasos tres meses de vida más de 580 millones de pesos, como lo prueba un documento, hasta ahora inédito, que registra los movimientos contables de esa fundación paralela y que ustedes pueden ver en semana.com. (Ver documento)

No era pues, un simple ejercicio académico como dijo una de sus fundadoras, sino una operación masiva para recibir dineros por la puerta de atrás, al mejor estilo del fallido referendo reeleccionista. De acuerdo con la firma electrónica del Excel, la autora del documento contable es Katia Flórez. (Ver documento)

El nombre de Katia Flórez ya había sido mencionado en este asunto. Sandra Gaitán Ñungo, directora administrativa de la campaña de Arias, le escribió un mensaje electrónico a un donante indicándole que su aporte debería girarlo a la Corporación Colombia Cambió y enviarlo a Katia Flórez, a la carrera 5ª # 35-15 de Bogotá. (Ver mensaje)

Durante su efímera existencia, Colombia Cambió pagó gastos tan llamativos como una cuenta de restaurante por $25.453.141. (Ver pago)

Aún no sabemos a donde están hoy los millonarios recaudos que no alcanzó a gastar Colombia Cambió, en sus tres meses de vida.

Una pregunta interesante para hacerle al Veedor de esa Corporación que resultó ser César Serrano Morales, casualmente el padre de la esposa de Andrés Felipe Arias y –según comunicaciones oficiales de la campaña- coordinador del día de elecciones, una jornada en la que suelen efectuarse cuantiosos gastos en efectivo. (Ver veedor)

No se sabe tampoco por qué -sí nada tenían que ver con esa corporación- las gerentes nacional y del Valle de la campaña de Arias recaudaban fondos para Colombia Cambió entre varias empresas, algunas de las cuales han sido beneficiarias de Agro Ingreso Seguro. (Ver correos)

A propósito de eso, Ríopaila-Castilla –una de las empresas mencionadas como seguro aportante por las gerentes- figura por error del gobierno en los listados oficiales de beneficiarios de AIS pero no recibió plata de ese programa específico. Lo que si recibió fueron más de 300 millones de pesos, a través de dos de sus compañías, por Incentivos de Capitalización Rural, otorgados cuando Andrés Felipe Arias era Ministro de Agricultura.

Una verdad innegable, como es innegable que el trámite en la Cámara de Comercio para liquidar la Corporación Colombia Cambió, empezó cinco días después de que, aquí, fuera denunciada su existencia. (Ver recibo)

O que, tal como ustedes pueden verlo en el video adjunto, el slogan “Colombia Cambió” sea parte de la propaganda de Arias. Muchas casualidades, teniendo en cuenta que el candidato niega cualquier relación de esa fundación con su campaña. (Ver vídeo

EL VOTO TRAMPOSO


“EL VOTO TRAMPOSO”

Para hablar de las irregularidades que se presentan en la presente contienda electoral, me permito transcribir apartes de una columna de la revista SEMANA, de uno de los mejores columnista del país. Antonio caballero quien manifiesta lo siguiente.

“Según el perturbador informe 'Dinerocracia' que publicó esta revista, cualquier campaña electoral de las miles que están en marcha en estos días cuesta cinco mil millones de pesos (para el Senado) y dos mil (para la Cámara). Pero los topes legales del gasto no llegan sino a la décima parte de esa suma descomunal. Lo demás es fraude. Y hay que tener en cuenta que gasta tanto dinero el candidato ganador como los perdedores; y los aspirantes son millares, en tanto que los elegidos no llegarán a trescientos. Digamos que el gasto global, ilegal en un 90 por ciento, equivale a lo que podría producir una reforma tributaria.

Sus contribuciones políticas son inversiones económicas a las cuales esperan sacarles rentabilidad. Así el parlamentario elegido, que ha comprado su curul al más alto precio, tiene que ponerla a producir. Tiene que alquilarla, por decirlo así. Tanto a los grupos de intereses que se la han financiado en primer lugar (ricos 'malos' o ricos 'buenos', grupos económicos o carteles mafiosos), a los cuales les devuelve la inversión bajo la forma de leyes beneficiosas para sus intereses y ayuda a sus grupos de presión; como al ejecutivo, cediéndole su voto favorable a sus proyectos a cambio de puestos y contratos. Y una curul parlamentaria (y hasta una de concejal) rinde muy cuantiosos beneficios. Deben de ser muy contados los políticos profesionales de Colombia que no se han hecho ricos.
Sin embargo hay que seguir votando por lo poco que aún queda de limpio en ese Parlamento venal y nauseabundo, para que ese poco pueda servir de levadura a una regeneración moral de la clase política. Hay verdes buenos. Hay liberales buenos, cristianos buenos.

En nuestro departamento de Arauca las cosas pueden ser muy parecidas, encuentra uno candidaturas que ya muestran su poderío económico, regalan mercados, pagan facturas de servicios públicos, distribuyen dinero, en la búsqueda de obtener el respaldo que no se han ganado, Estos señores como nunca han sembrado es lógico que no cosechen.

Practican delitos contra el sufragio, como el carrusel, el cambiazo, la compra de votos, aparecen votando los muertos y últimamente ponen de moda una nueva modalidad que es el voto prepago, este ultimo consiste en dar un anticipo antes de las elecciones y una cuota final después de las mismas, mi pregunta sería que aseguradora se atrevería expedir una póliza de seguros para que estos tramposos cumplan con el ultimo pago?

Me parece que esta ultima modalidad nace de un político del Departamento del Meta que alguna vez se le ocurrió proponerle a los metenses cambiar el voto por un par de zapatos, pero para asegurar que le cumplieran entregaba el zapato izquierdo el día antes de las elección y entregaba el zapato derecho un día después de las mismas.

Lo ideal sería educar a la gente para que no reciba, pero es muy difícil, en un pueblo con un altísimo índice de desempleo, con mucha pobreza, y necesidad, yo diría que habría que recibirlo, pero cuando este en el cubículo acuérdese de Dios y de sus hijos, cual será el futuro de su familia con esta clase de dirigentes.

Al fin de cuentas estos dineros o mercados no son del bolsillo de los políticos, estos salen de los dineros de nosotros mismos, de la salud, de la educación, de los contratos de las obras públicas, de los convenios interadministrativos, de la putrefacción que es hoy por hoy la contratación de los recursos públicos.

Si usted no vota por el político que le dio el mercado o la plata, no se sienta ladrón, si le das una lección tiene 100 años de perdón. Votemos como Dios manda por los mejores y más honestos.

Cayo Mario Sepúlveda Escobar cayin60@hotmail.com

ESTA FACIL TODOS PIERDEN - FERNANDO LONDOÑO


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Está fácil: todos pierden


Ojalá nos equivoquemos, y por mucho, cuando vaticinamos que las elecciones del próximo domingo serán un desastre para la democracia colombiana. Nunca presenciamos un debate menos brioso y convincente que el que está llegando a su fin. Y lo peor es que el contagio ha sido universal y no hay a la derecha, o a la izquierda o en el centro un ápice de entusiasmo. Si es verdad que la política colombiana después de tanto tiempo de permanecer en el congelador, y cuando aterida y yerta intenta sus primeros pasos después de la catástrofe del Referendo, está divida entre uribismo y antiuribismo, el panorama no puede ser más desolador. Porque uribismo sin Uribe, no solo como candidato, sino como factor esencial de la política, es una operación imposible. Y la oposición está descubriendo, demasiado tarde, que también necesitaba a Uribe para sobrevivir.

Hemos visto, entristecidos y confusos, que en estos meses de trajín político ha habido un poco de todo, menos de entusiasmo. Los partidos uribistas se quedaron sin cabeza y no es fácil el andar airoso en esas condiciones. 'La U' es un barquito a la deriva al que le faltan el velamen y el timón. En sus listas para Senado hay un puñado de colombianos interesantes, que no tuvo una oportunidad.

Y en el Partido Conservador las cosas no andan mejor. Fuera de la contienda Arias-Sanín, que tanto se empeñaron algunos en rebajar de nivel y destituir de sentido, lo que queda en el conservatismo es lo mismo de hace años. Unos cuantos que se atornillaron en el poder y que le cerraron abusivamente el paso a cualquier estilo novedoso, a cualquier forma de expresión diferente, a cualquier idea salvadora.

Por el lado de la oposición las cosas andan igualmente deprimidas. En el Partido Liberal, porque nunca pudo descubrir qué era lo que del uribismo le mortificaba. Y porque en ese trance de opositor sin causa se fue empobreciendo hasta la deplorable languidez en que se extingue.

El partido de Cambio Radical no tiene más que las ambiciones de su caudillo, que es tener muy poco. Fajardo es un buen mozo que ya fatigó con su silencio y espantó con su absoluta falta de ideas. A los tres tenores les quedó faltando la letra y la música para componer una canción. Y al Polo Democrático no le quedan alientos ni para la monótona demagogia de la izquierda. Los prosélitos se acuerdan de lo que pasa en Bogotá, y se declaran en íntima derrota.

Súmesele a este cuadro pesaroso el fatídico invento del voto preferente y queda la suerte echada. Nadie sabe al fin si vota por un partido, por una señora o por un señor y si el vecino de la lista es amigo o enemigo. Con el voto preferente se logró el milagro de poner en contradicción los compañeros de una lista, olvidándose de los supuestos contradictores de una causa. Y ese galimatías se expresa en un tarjetón tan complicado que va a derrotar millones de colombianos.

Aquello de empezar por distinguir el logotipo de un partido, para jugar después a un crucigrama con cien cuadros que no dicen nada y no tienen siquiera el consuelo de una fotografía, es demasiado para un elector de mediana información, que es el inmensamente mayoritario en Colombia.

Lo que no lograron los partidos con su mediocre campaña y sus vocecitas de ocaso, y los candidatos con sus mensajes pobretones e insulsos, lo hará el tarjetón, que expresa bien, seguro sin quererlo, este marasmo de ideas y de ideales, esta pérdida afrentosa de todo, hasta de las pasiones que la política suscita.
Quedan sobrando argumentos para sostener el vaticinio de que registraremos este domingo una descomunal abstención seguida de un peligroso campeonato de los votos nulos. Así que la mesa está servida para lo peor. Y no queda más remedio que terminar por donde empezamos. De esta triste batalla saldremos todos perdedores.


Fernando Londoño Hoyos

domingo, 7 de marzo de 2010

INVITACION ENTIERRO PARTIDO LIBERAL

COLUMNA DE ANTONIO CABALLERO- REVISTA SEMANA


La puja electoral
Por Antonio Caballero


Las elecciones en Colombia son un pozo sin fondo: porque no son un debate, sino una puja. Y las gana el mejor postor, como en las subastas.

Según el perturbador informe 'Dinerocracia' que publicó esta revista, cualquier campaña electoral de las miles que están en marcha en estos días cuesta cinco mil millones de pesos (para el Senado) y dos mil (para la Cámara). Pero los topes legales del gasto no llegan sino a la décima parte de esa suma descomunal. Lo demás es fraude. Y hay que tener en cuenta que gasta tanto dinero el candidato ganador como los perdedores; y los aspirantes son millares, en tanto que los elegidos no llegarán a trescientos. Digamos que el gasto global, ilegal en un 90 por ciento, equivale a lo que podría producir una reforma tributaria.

Esto se refiere sólo a las elecciones parlamentarias. Hay que sumar los gastos de la campaña del referendo y los de las múltiples campañas presidenciales, y los de las de alcaldes y concejales, gobernadores y diputados. Las elecciones en Colombia son un pozo sin fondo: porque no son un debate, sino una puja. Y las gana el mejor postor, como en las subastas.

¿De dónde viene el dinero? La reposición por votos (que no beneficia sino a algunos de los candidatos) cubre sólo una parte de los gastos legales, que son los menos. El grueso viene de las contribuciones de particulares o de empresas, en su mayor parte también fraudulentas pues el contribuyente sabe que está violando los topes legales. Y esos contribuyentes, sean ricos 'buenos', de dineros bien habidos, o ricos 'malos', narcotraficantes o paramilitares expoliadores de tierras, no son en ningún caso desinteresados.

Sus contribuciones políticas son inversiones económicas a las cuales esperan sacarles rentabilidad. Así el parlamentario elegido, que ha comprado su curul al más alto precio, tiene que ponerla a producir. Tiene que alquilarla, por decirlo así. Tanto a los grupos de intereses que se la han financiado en primer lugar (ricos 'malos' o ricos 'buenos', grupos económicos o carteles mafiosos), a los cuales les devuelve la inversión bajo la forma de leyes beneficiosas para sus intereses y ayuda a sus grupos de presión; como al ejecutivo, cediéndole su voto favorable a sus proyectos a cambio de puestos y contratos. Y una curul parlamentaria (y hasta una de concejal) rinde muy cuantiosos beneficios. Deben de ser muy contados los políticos profesionales de Colombia que no se han hecho ricos.

Tanto, que muchos de ellos, presos, pueden seguir desde la cárcel o desde la extradición financiando las campañas electorales de sus hijos o de sus mujeres o de sus hermanos para que no se detenga el molino rentable de las reelecciones.

Porque ese ingente gasto electoral no se da para obtener un buen Congreso: sino el peor Congreso imaginable. Allá llegan los más inescrupulosos, los más tramposos, los más venales, y así la clase política ha venido depurándose al revés, como en un alambique hasta dejar sólo la hez. Ex presidiarios, futuros presidiarios, ladrones, asesinos. El que menos está haciendo investigado por doble militancia. Se cuenta la anécdota de un experimentado y cínico senador que le abrió los ojos a un novato entusiasta, diciéndole:

- Aquí en el Parlamento tú vas a encontrar de todo: estafadores, perjuros, contrabandistas, culpables de peculado y de prevaricato, piratas de mar y tierra, atracadores, violadores de niños, responsables de crímenes atroces y delitos conexos, simples cacos, parricidas... Lo que no vas a encontrar es un solo tonto.

No sé yo. ¿Teodolindo? No: ni él. Al fin y al cabo sacó su par de notarías y sus cositas. Los tontos estamos fuera del Parlamento, como bien lo veía el cínico senador de la anécdota de marras: somos los que votamos para elegirlos a ellos.

El ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, que con sus corruptoras reformas políticas ha ayudado lo suyo a convertir el Parlamento colombiano en la cloaca hedionda que es hoy, propone por añadidura que ese mismo Parlamento indigno adelante una nueva reforma: la instauración de un régimen parlamentario.

Y sin embargo hay que seguir votando por lo poco que aún queda de limpio en ese Parlamento venal y nauseabundo, para que ese poco pueda servir de levadura a una regeneración moral de la clase política. Hay verdes buenos. Hay liberales buenos, conservadores buenos, cristianos buenos. Puede que quede alguno bueno en esa olla de grillos trepadores y oportunistas que es el partido de la U (que tiene la desvergüenza de hacerse llamar Partido Social de Unidad Nacional), aunque no lo creo. Ni en el PIN, ni el ADN. También el Polo es variopinto. Pero yo votaré el 14 de marzo, para el Senado, por el recto político y admirable parlamentario Jorge Enrique Robledo; y para la Cámara por Bogotá, por su compañero del Polo Germán Navas Talero.

CARICATURAS POLITICA

LA POLITICA COMO PROFESION DECENTE


LA POLITICA COMO PROFESION DECENTE


De las profesiones más difíciles de ejercer en la vida, podría ser la práctica de la política, las circunstancia que rodean esta actividad no es nada fácil, es un ejercicio demasiado complejo, para calcularlo o para planificarla plenamente, el entorno para hacer uso de esta profesión puede ofrecerle a un buen administrador escenarios imprevistos que no se los deseo a nadie.

En nuestra tierra, como en casi todos los departamentos del país, no es nada fácil ejercer las bondades del poder, si bien es cierto que todos deseáramos estar en una posición privilegiada, cuando se llega a la misma, hay tantas circunstancias o dificultades no previstas que podríamos dar el oro y el moro por no estar allí.

Digo lo anterior, por que no es fácil para un ciudadano de bien, que obstante una envestidura política, tener que aceptar, someterse, alcahuetear, tapar, cumplir compromisos en la contratación pública no con la comunidad sino con particulares. Con una sola intención procurar complacer a los amigos, pero por más buena intención estos siempre estarán inconformes.

Este ejercicio equivocado de los gobernantes puede significar a la postre una sanción e inclusive una destitución o el fin de una carrera política brillante.
Como tampoco es nada fácil hacer el ejercicio de la oposición, en una región donde los administradores ven esta actividad solo con la óptica de que se hace para obtener las bondades de un contrato, pero si no se somete a este tratamiento entonces se le tilde de resentido, oportunista o se hace acreedor a una persecución encarnizada como consecuencia de la intolerancia.

La política como profesión decente y respetuosa no es nada fácil, se podría catalogar como una manera de retar el régimen que existe a las malas costumbres de utilizar el dinero como peso suficiente para inclinar un resultado electoral, hacer política decente es un lujo que se dan muy pocos en nuestra región.

Pero por más que se calcule y se construya un imperio, la vida te da sorpresas, en ocasiones puede ser la mas fácil, cuando uno se cree que se las sabe todas, Puede llegar a ser victima de un encantador de serpientes de los muchos que llenan los pasillos de los palacios de gobierno, los que terminen mandando por la borda con una buena carrera política, Que bien se podría definirse en esta frase celebre “Los grandes políticos, debe su reputación, cuando no a la pura casualidad a circunstancias que ellos mismos no podían prever”

Siempre en la actividad política existirá la disyuntiva que es primero los buenos amigos, los amigos ocasionales, los aduladores, los jalabolas, los jaletis o chupamedias como dicen los venezolanos o concentrarnos a ejercer el poder de la forma mas practica donde se imponga siempre el principio primero lo general y luego lo particular. No olvidando jamás que a pesar de la buena fe que le impongamos siempre estaremos a merced de los errores o interpretaciones jurídicas del accionar público.


Cayo Mario Sepúlveda Escobar cayin60@hotmail.com